¿Realmente existió la Estrella de Belén?


Faltan sólo días para que el mundo celebre la Navidad. La festividad religiosa que marcaría el nacimiento de Jesús de Nazaret, el supuesto hijo de Dios que llegó a la Tierra para salvar a la humanidad de sus pecados. Diferentes teorías existen con relación a esta fecha, algunos afirman que incluso el suceso no habría ocurrido en diciembre.

Sin embargo, una de las interrogantes que más intriga a expertos históricos, astrónomos y estudiosos de la Biblia es si la famosa “Estrella de Belén” que guió a los tres Reyes Magos al nacimiento del “Nazareno”, fue un fenómeno astronómico real. Investigadores realizaron un detallado reporte al respecto que arrojó luces sobre la posibilidad de un evento astronómico sin precedentes que iluminó los cielos, inspirando los cánticos cristianos que celebran el nacimiento de Jesús. Acá te dejamos los detalles.

El astro que guió a los Reyes Magos fue mencionado por primera vez en un salmo de San Mateo, quien habría escrito el texto que detalla el “milagro” el 85 d.C. Originalmente, la palabra usada para describir a la “Estrella de Belén” se desprendía de la palabra αστερα (astra), la cual también podría estar haciendo referencia a objetos celestiales como cometas, supernovas, o incluso a alineaciones planetarias.

“Ha habido mucho debate sobre lo que podría ser la Estrella de Belén. Un evento inusual como una supernova ciertamente sería un candidato posible, ya que se registró una en el año 4 a.C. Alternativamente, un evento con una fuerte asociación astrológica, como un cometa o la conjunción de un planeta o la Luna con una estrella (especialmente Regulus, el pequeño rey), también podría haber sido notado como un evento que podría anunciar el nacimiento de una persona importante”, afirmó al respecto Greg Brown, del Observatoria Real de Greenwich de Inglaterra.

Sin embargo, hay altas probabilidades de que el evento no sea real y que haya sido un invento para embellecer el mito de Jesús. “A pesar de muchos esfuerzos por descubrirlo, la realidad es que no podemos estar seguros de que el evento astronómico aparente realmente ocurrió, o de que algún evento astronómico en particular fue reconocido como una señal específica en ese momento”.

Fuente: Medios internacionales